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Cuando se habla del mantenimiento de un vehículo, el aceite de motor suele ser el protagonista
indiscutible y es lo primero que se suele revisar. Sin embargo, el rendimiento y la durabilidad de
un vehículo dependen de un ecosistema de fluidos mucho más complejo que requiere de
productos específicos.

Más allá del motor, existen otros lubricantes que son igual de críticos para el buen
funcionamiento del auto, como es el caso del aceite diferencial. Este lubricante actúa como un
componente estratégico del vehículo, asegurando la integridad mecánica y el rendimiento
sostenido. En este documento, la marca de lubricantes Mobil TM se propone explicar en detalle
su funcionamiento, clasificaciones, intervalos de recambios, entre otros puntos de interés para
los conductores.

Para entender su relevancia, conviene repasar primero la función del diferencial en los autos.
Para mantener la estabilidad al tomar una curva —y más aún a alta velocidad—, las ruedas
deben girar a distintas velocidades. Esto se debe a que, en un movimiento curvilíneo, las
ruedas del lado exterior recorren una mayor distancia que las del lado interior. Para compensar
esta diferencia y evitar situaciones de riesgo, como un posible vuelco, se inventó el mecanismo
del diferencial. En resumen, el diferencial compensa las diferencias de velocidades de las
ruedas, permitiendo que cada una se desplace a la velocidad necesaria sin perder la dirección
del vehículo. En otras palabras, es una estructura fundamental para la seguridad del vehículo.
Por esta razón, es fácil dimensionar el rol del aceite diferencial. Entre sus funciones:
• Reduce la fricción entre los engranajes, haciendo que funcionen de forma suave y eficiente.
• Protección de engranajes contra el desgaste, oxidación y corrosión provocados por la
suciedad y la humedad, alargando su vida útil.
• Lubricación adecuada de las partes móviles, refrigerando y previniendo la formación de
burbujas de aire y pérdida de eficiencia.
• Manteniendo la temperatura normal de las piezas, contribuyendo al buen desempeño y
vida útil del diferencial.

¿Cada cuánto se recomienda cambiar el aceite diferencial?

Para garantizar la eficiencia del diferencial, es importante cambiar el aceite según las
especificaciones del fabricante del vehículo o si aparecen señales de algún problema. Se debe
cambiar el aceite o reparar el diferencial si se detecta alguna de estas situaciones:

⎯ Nivel de aceite bajando
⎯ Desgaste de engranajes
⎯ Ruidos extraños

También es importante resaltar que el diferencial no tiene un filtro, por lo cual, con el tiempo,
este aceite puede contaminarse con polvo, agua y residuos, lo que acelera la degradación del
lubricante y compromete su capacidad para proteger los engranajes.
Una última recomendación es que el cambio conjunto de aceite del diferencial delantero y del
trasero garantiza un mantenimiento constante y evita el desgaste desigual o problemas de
rendimiento.

Como se ha resaltado en varias oportunidades, no todos los aceites son iguales. En el caso del
aceite diferencial es mucho más viscoso que el de motor y está diseñado para soportar
presiones extremas en los engranajes. En cuanto al grado de viscosidad del aceite, cada
fabricante tiene sus propias recomendaciones. Los vehículos más antiguos solían usar aceites
monogrado como SAE 90 o 140. Sin embargo, con los avances tecnológicos y la demanda de
ahorro de combustible, se ha intensificado el uso de aceites multigrado como SAE 75W-80,
85W-90 o 85W-140.

La elección estará ligada al tipo de diferencial y servicio requerido, por eso utilizar la viscosidad
especificada por el fabricante del vehículo no es una recomendación menor, sino una decisión
técnica que considera múltiples variables de diseño, capacidad de carga, resistencia al
desgaste y compatibilidad con materiales sensibles a la corrosión.

Debido a los tipos de engranajes internos del diferencial y las tensiones a las que están
sometidos, se requieren aceites con nivel de calidad API GL-5. Estos lubricantes están
formulados para soportar presiones extremas, ya que contienen una elevada cantidad de
aditivos de protección al degaste en condiciones severas bajo cargas elevadas.

En conclusión, el reemplazo periódico del aceite diferencial, así como utilizar el tipo correcto de
características, no sólo asegura un manejo más eficiente, sino que también mantiene la
fiabilidad, ofrece una protección invaluable contra gastos imprevistos y, por consiguiente, se
valoriza la inversión del mantenimiento preventivo.