La viscosidad es la propiedad más importante de un aceite lubricante, fundamental en su formulación y composición. Se la define como una propiedad física que determina la capacidad de fluir de este líquido a una temperatura dada, sobre los componentes y piezas del motor. Hoy en día, el universo de temas vinculados a la viscosidad sigue siendo una de las consultas más recurrentes entre los especialistas del sector y de los conductores en general, por este motivo, la marca de lubricantes Mobil resume los puntos fundamentales para que los profesionales mecánicos tengan las actualizaciones y herramientas necesarias a fin de que puedan asesorar a sus clientes.
Los aceites lubricantes pueden presentarse con distintos grados de viscosidades: una mayor fluidez del aceite significa que tiene viscosidad baja, mientras que, a menor fluidez, el aceite presenta una viscosidad alta. La resistencia al flujo de un aceite varía según la temperatura. A temperaturas mayores, los aceites lubricantes pierden viscosidad mientras que, al enfriarse, la fluidez del líquido disminuye y la viscosidad aumenta. Es por esto que, al momento de utilizar un aceite lubricante, hay que tener en cuenta la temperatura a la que opera un vehículo o maquinaria: si opera en altas temperaturas, se necesita utilizar con un fluido de alta viscosidad que, al calentarse, disminuya su viscosidad y mantenga una película mínima que separe las superficies y evite la fricción; mientras que a temperaturas bajas se necesitara un fluido de baja viscosidad.
La viscosidad se asocia también a la capacidad de soportar cargas. Si tenemos una carga muy alta y bajas velocidades, necesitamos aceites de más alta viscosidad. Por el contrario, si la carga es liviana se necesitan aceites con más baja viscosidad.
Un aceite de baja viscosidad reduce el espesor de la película de aceite, permite el contacto de metal a metal, genera un mayor desgaste de las superficies, y hay que tener en cuenta que una gran reducción podría provocar fallos prematuros en los rodamientos. Por otro lado, una alta viscosidad restringe el rendimiento del lubricante, puede causar restricción en los filtros, genera calor excesivo en el sistema y puede causar oxidación prematura y acelerar el desgaste y la corrosión.
Como la viscosidad cambia con las temperaturas, las clasificaciones se basan en rangos de viscosidad medidos a temperaturas estandarizadas. A su vez, actualmente hay una serie de clasificaciones establecidas a nivel mundial, que permiten estandarizar el grado de viscosidad.
Un tema no menor a tener en cuenta, es que no todas las viscosidades están desarrolladas para cualquier motor. Antes de elegir un aceite entre la diversidad de productos, Lubricantes Mobil recomienda siempre chequear la especificación del fabricante del vehículo, disponible en el manual de uso.