Se estima que hay más de 560 mil vehículos pesados circulantes en Argentina, considerando camiones y ómnibus. A su vez, la edad promedio del segmento es de alrededor de 15,5 años*, un panorama que presenta el desafío de dedicar mayor atención aún a un correcto mantenimiento, no solo para evitar paradas en un sector que requiere constante movimiento, sino también para circular de manera segura.
Por otra parte, y no menos importante, hay determinadas consideraciones que los dueños de flotas podrían contemplar para reducir costos e incrementar sus márgenes de ganancia.
En esta línea, la marca Mobil detalla algunos puntos sobre cómo contribuye utilizar el lubricante acorde a los requerimientos del motor para conducir por más kilómetros y gastar menos:
- Optar por el lubricante adecuado y con mayor protección evitará paradas. Se sugiere seguir siempre las recomendaciones del fabricante del vehículo, conforme a las temperaturas ambientes durante su operación, y según el tipo y lugar en donde circula.
Esto favorecerá a que el lubricante cumpla correctamente su función y no provoque daños o fallas en el sistema y, además lo protegerá, por ejemplo, contra la corrosión, resguardando la inversión en la flota.
Los grados de viscosidad y los estándares de desempeño son dos características fundamentales que deben considerarse al momento de escoger un lubricante para el vehículo.
- Menor recambio de aceite. La mayoría de los propietarios de flotas están acostumbrados a cambiar el aceite cada 20.000 km. Sin embargo, existen lubricantes en el mercado con tecnologías avanzadas que permiten llegar, con seguridad y eficiencia, a los 80.000 km. Si además se consulta con especialistas, el recambio puede ser anual. Esto significa muchas menos paradas, menos compras de aceites y menos costos de mantenimiento del vehículo.
- Ahorro de diésel. El lubricante correcto reduce el consumo de combustible por el mejor funcionamiento del motor.
- Monitorear el desempeño del aceite para identificar problemas del motor. Hay servicios de análisis de aceite que pueden ayudar a monitorear el rendimiento del motor para obtener datos sobre el estado de los vehículos y así, detectar a tiempo posibles problemas menores, para que no pasen a mayores.
No realizar un servicio de análisis de aceite y lubricación adecuada al vehículo genera una pérdida de tiempo y dinero. Cuando un camión o utilitario se encuentra parado en un taller cambiando constantemente lubricantes o filtros, está demandando una mayor mano de obra y generando un desperdicio de lubricantes por deshecho y costos de reparaciones; lo que a su vez se traduce en pérdida de dinero para el dueño de una flota.
- Intercambio inteligente. Otra de las alternativas relacionadas a la reducción de costo es el “intercambio inteligente”, un servicio de inventario que reemplaza varios paquetes de lubricante sueltos, con un tanque disponible en las instalaciones de las empresas de flotas. Algunos puntos favorables de aplicar este sistema son: facilidad de operación, debido a que no hay necesidad de lidiar con los envases abiertos sobrantes; seguridad contra desvíos y robos, dado que el lubricante se extrae en la cantidad necesaria mediante un propulsor, tomando sólo lo que se utiliza del envase y permitiendo controlar mejor el stock; y previene la contaminación al eliminar el problema de devolver las sobras para almacenamiento.
A esto se suma la optimización del espacio (elimina el apilamiento de grandes cantidades de embalajes), el proceso es más ágil y se evita descartar decenas de envases vacíos, fomentando de esta manera el cuidado del medio ambiente.