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Actualmente, la elección por autos automáticos ha aumentado significativamente y cada vez hay más modelos de vehículos con trasmisión automática en el mercado.  El 35 % de los autos que se patentaron en el primer semestre del año 2022 están equipados con una transmisión automática, de acuerdo a un informe que reveló la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). El mismo estudio cuenta que hace ocho años la participación de los autos automáticos era de apenas el 7 % sobre el total de los patentamientos. En 2019, estos vehículos ya representaban el 25 % y en el 2022 llegaron al 35 %. 

Con el aumento de autos de cajas automáticas en el parque automotor, también crece la demanda de servicios de mantenimientos y/o reparación de transmisiones automáticas. La mayoría de los vehículos automáticos utilizan uno de los siguientes modelos de transmisión: AT o CVT. La Transmisión Automática Tradicional – AT – es un sistema de válvulas y mando que automatiza el conjunto de engranajes. Se utiliza en coches Chevrolet y Hyundai, entre otros. El cambio de marchas se controla por válvulas solenoides, gestionados por sistemas electrónicos y uno de sus beneficios es que tiene mejor resistencia a la fricción. Por su parte, en las Transmisiones Continuamente Variables – CVT – el sistema de poleas y discos es el responsable para las simulaciones de cambio de marchas. Este modelo es adoptado por las marcas asiáticas como Toyota, Honda y Nissan. La variación de la correa de las poleas determina la relación de marchas y así, el dispositivo ofrece una gama continua de velocidades, haciendo que las marchas sean infinitas. Los beneficios de este tipo de transmisión son el rendimiento lineal y suave. 

Las transmisiones, más allá del modelo, son muchas veces el componente más costoso de un vehículo y el más complejo mecánicamente. Si bien pueden variar en diseño y operación, todas contienen las siguientes partes mecánicas: engranajes, cojinetes, sistemas hidráulicos, materiales de fricción, sistema de suministro de aceite, componentes de metales amarillos, elastómeros y caja o carcasa. Es la combinación de diseño y las condiciones de operación las que dictan el tipo de lubricante requerido para su óptimo funcionamiento.

Por este motivo y más allá de las variadas ventajas de este tipo de automóviles, pero sobre todo teniendo en cuenta la creciente tendencia a elegir vehículos automáticos, es que la marca de lubricantes Mobil considera importante no sólo brindar los productos específicos para que los talleres y lubricentros puedan ofrecer el mejor servicio, sino que también cuenten con toda la información posible para que puedan asesorar y aconsejar a los clientes. En este sentido, es recomendable realizar el mantenimiento de la transmisión automática de manera periódica para garantizar un funcionamiento óptimo y prolongar su vida. Además, el cambio regular del fluido ayuda a prevenir problemas y a mantener un rendimiento suave de la transmisión.

Muchos propietarios de vehículos automáticos desconocen la importancia de cambiar este aceite lubricante, lo que puede causar grandes problemas: bloqueos, patinadas o ruidos extraños en los cambios, fugas de aceite y calor excesivo, como algunas de las consecuencias. La falta de mantenimiento preventivo, en los casos más graves, puede convertirse en la pérdida total de la transmisión y el valor de la reparación puede ser bastante caro según el modelo del vehículo. Es fundamental, como personal capacitado, informar al cliente y asesorarlo sobre la correcta manera de cuidar el vehículo y los beneficios de hacerlo.

¿Cómo actúa el fluido de transmisión automática? El fluido de la transmisión automática tiene una serie de funciones que lo diferencian del aceite de motor, como: enfriar los sistemas de transmisión, dirección y/o suspensión; ayudar a transmitir fuerza del motor para las ruedas; garantizar la presión interna necesaria; inhibir depósitos de barniz e impurezas; proteger los metales contra la oxidación y lubricar y limpiar sistemas y componentes internos.

En cuanto a los aceites, se puede usar una amplia variedad, dependiendo de la configuración de la transmisión y de las condiciones ambientales. La marca de lubricantes Mobil cuenta en su portafolio con dos productos premium, lo mejor en tecnología de lubricación: Mobil CVT y Mobil ATF Multivehículo, ambos para uso en autos con caja automática y que cumplen con las necesidades de las transmisiones automáticas presentes en la mayoría de los vehículos vendidos en el país.

  • Mobil ATF Multivehículo: es un lubricante totalmente sintético para vehículos con transmisión automática (AT). Posee las siguientes características: prolonga la vida útil del fluido y de la transmisión; estabiliza la oxidación y es resistente al deterioro químico; excelente rendimiento en bajas temperaturas de partida y altas temperaturas operativas; protección superior de engranaje; además de proporcionar una operación silenciosa, cambios de marchas suaves y transmisión de par optimizado.

 

  • Mobil CVT: también es sintético; formulado para uso en transmisiones continuamente variables (CVT). Este producto asegura: operación consistente en todas las condiciones climáticas; excelente protección de las poleas y correas; sensación de cambio de marcha suave y sin ruidos; fricciones estables y optimizadas; excepcional retención de capacidad de par; preservación de la transmisión CVT y aumento de su vida útil.

Cada una de las transmisiones tiene particularidades (configuraciones distintas, por ejemplo), por eso es fundamental destacar la importancia de utilizar el producto correcto para cada tipo de transmisión. Es decir, el fluido para transmisiones secuenciales no debe usarse en transmisiones CVT y viceversa, dado que, si esto llegase a ocurrir, el resultado será un mal funcionamiento, un aumento en el consumo de combustible y una reducción en la vida útil de la transmisión.

La importancia del cambio correcto del fluido de transmisión

Como todo componente del vehículo, la transmisión automática requiere mantenimiento adecuado. Para realizar el servicio completo es importante que los talleres o lubricentros cuenten con una máquina especializada que asegure la sustitución del fluido de forma correcta. Con este método es posible eliminar el 100 % del fluido antiguo y sustituirlo por el nuevo, incrementando la cantidad de aceite utilizado, por ende, crece el ingreso económico del local.

El cambio del fluido ocurre, en general, cada 50 mil km o 5 años, en caso de que el fluido no sea cambiado en el periodo correcto, la caja de transmisión puede romperse. Algunas de las señales que indican que la transmisión automática puede tener problemas son: sacudidas y deslizamientos en los cambios de marcha, ruidos en el cambio y fugas de aceite.

Por último, siempre es importante seguir las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto a la frecuencia y el tipo de cambio de fluido de transmisión para garantizar un rendimiento óptimo y mantener la garantía del automóvil. Estas recomendaciones pueden variar según el modelo y la marca del auto, así como las condiciones de conducción.