La creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente generó un aumento de regulaciones. En esta línea, este año entró en vigencia la norma IMO 2020, aprobada por la Organización Marítima Internacional, que obliga a los barcos a emplear fuel oil con un contenido máximo de azufre del 0.5% (frente al actual 3.5%) para reducir las emisiones de óxido de azufre, una sustancia que contribuye a la contaminación ambiental y a la destrucción de la capa de ozono.
Ante este nuevo contexto, las navieras están barajando tres posibles soluciones para adaptarse a la normativa, cada una con sus ventajas e inconvenientes:
- Un fuel oil con un contenido máximo de azufre del 0.5%. Esta opción implicaría cambiar la calidad del combustible de los proveedores.
- Métodos equivalentes autorizados, es decir emplear combustibles con mayor concentración de azufre combinados con sistemas de limpieza de los gases de escape, conocidos como “lavadores” o scrubbers que “limpian” los gases antes de emitirlos a la atmósfera. Esta implementación tiene un costo muy elevado y de constante evaluación para garantizar la calidad de los gases.
- Otros tipos de fuel de bajo o cero contenido en azufre como el gas natural licuado (GNL) o los biofueles. (El gran desafío en este caso es la implementación y cambio de sistemas de alimentación de los equipos.
En función de la alternativa elegida por cada naviera, es el tipo de lubricante que debe acompañar el proceso.
Para este desafiante escenario, Mobil dispone de una amplia variedad de aceites lubricantes de la familia Mobilgard, con distintos grados de viscosidad y TBN (o Total Base Number).
El valor representado por el TBN -según la ASTM D 974- es la cantidad de ácido expresado en mg KOH / g (miligramo de hidróxido de potasio por gramo de aceite) necesario para neutralizar todos los componentes alcalinos presentes en lubricantes para motores de combustión.Estos componentes alcalinos, también conocidos como reserva alcalina, realizan una función importante en los motores diésel o Fuel Oil neutralizando los sub-productos ácidos generados durante la combustión por la presencia de azufre (S).
En una industria cada vez más centrada en la eficiencia y confiabilidad de la flota, es esencial que la maquinaria funcione con alta confiabilidad y, para ello, estar utilizando la carga adecuada de TBN en el lubricante es un factor clave para ayudar a prevenir daños en los componentes del motor, asegurando su vida útil y reduciendo los costos de mantenimiento.
¿Cuáles son las consecuencias de utilizar un lubricante con el TBN incorrecto?
En esta problemática se presentan dos posibles escenarios:
- Lubricante con menor carga de TBN requerida: en este caso, los ácidos producidos por la combustión no son neutralizados por los componentes alcalinos responsables. A falta de este inhibidor aparece ácido sulfhídrico que ataca las paredes del cilindro, árbol de levas, cojinetes, entre otros, produciendo desgaste químico o corrosión.
- Lubricantes con exceso de TBN: en esta situación, donde el TBN en el aceite es mayor al requerido por el combustible que se está utilizando, en las combustiones de cada ciclo del motor van a aparecer excedentes de reserva alcalina que no fueron neutralizadas. Este excedente se quema por la elevada temperatura en la cámara de combustión y se transforma en ceniza, que al ser un elemento solido genera un contaminante adicional que se alojará en los asientos de válvulas, camisas de cilindros, aros del pistón, pudiendo, en el tiempo, disminuir su poder de dilatación, lo que representaría combustiones incompletas o mismo consumo de aceite y desgaste de los componentes internos debido a la fatiga natural del equipo.
De esta manera, con su amplio y avanzado portafolio de productos, Mobil logra seguir acompañando las necesidades de un mercado con nuevas regulaciones.