Además del uso de aceites lubricantes para máquinas industriales, las grasas también colaboran con el correcto funcionamiento, reduciendo las fallas y prolongando la vida útil de los equipos. La marca de Lubricantes Mobil desarrolla las características principales de las grasas y cómo su aplicación ayuda a preservar la eficiencia industrial.
La grasa lubricante es un producto semifluido a sólido resultante de una dispersión de partículas finamente divididas (espesante) en un lubricante líquido y está compuesta por aceite, espesante y aditivos.
El aceite crea una película entre las superficies metálicas para reducir la fricción y el desgaste, mientras que el espesante mantiene al lubricante en su lugar, hasta que es activado por el movimiento o la temperatura para liberarlo. Los lubricantes de alta viscosidad reducen el desgaste en aplicaciones de baja velocidad, mientras que lubricantes de baja viscosidad trabajan mejor en aplicaciones de alta velocidad.
Los aditivos, por su parte, mejoran o adicionan características, más allá de las que aportan los anteriores. Algunas de sus funciones son la protección contra el desgaste bajo condiciones de deslizamiento, resistencia a la oxidación, protección contra la corrosión o herrumbre y modificación de fricción.
La principal característica de las grasas es actuar como un reservorio del aceite lubricante, al actuar como una esponja que retiene el aceite y cuando se ejerce una fuerza o presión en el proceso de aplicación, la grasa lo libera protegiendo a las superficies en contacto de la fricción y el desgaste.
Otras características de las grasas:
– La consistencia o grado al que un material plástico resiste la deformación bajo la aplicación de una fuerza. La consistencia indica cuán firme o blanda es el grado de la grasa y brinda información sobre las propiedades de flujo y liberación, necesaria para la adecuada lubricación.
– El punto de goteo o “Dropping Point” es la temperatura a la cual cae una gota del producto desde el orificio de una copa diseñada para testear. Este dato resulta útil para saber cómo obtener una adecuada protección y evitar que su congelamiento cause resistencia al movimiento en ambientes fríos.
– La resistencia al lavado con agua bajo ciertas condiciones en las que puede salpicar o impactar directamente sobre el rodamiento.
¿Grasas o aceites?
El 80 % de todos los rodamientos son lubricados con grasa, pero los aceites son más eficientes para lubricar, ya que aportan un enfriamiento adicional, es de fácil remoción de producto contaminado o usado y puede filtrarse. Sin embargo, las grasas proveen un sello contra el polvo y la humedad, son de fácil colocación y se mantienen fijas en su lugar al cumplir la función de sello, eliminando la necesidad de sellos mecánicos o de elastómeros. Además, es menos probable que tengan problemas de goteo o pérdida, como en el caso del aceite.
Algunas consideraciones
La vida útil de la grasa decrece a medida que la velocidad, el tamaño y el área de contacto aumentan, por lo que se requiere un reengrase mucho más frecuente. Por eso, a la hora de reemplazarla existen algunos tips para tener en cuenta:
– Purgar la grasa antigua utilizando el ingreso de la nueva como elemento de empuje.
– Aumentar temporalmente la re-lubricación para seguir extrayendo la grasa antigua.
– Mantener la temperatura de rodamiento en observación, así como las vibraciones del equipo y el funcionamiento en general.
– Continuar con la frecuencia normal de engrase.