Desde Mobil Lubricantes, entendemos que cada hora de funcionamiento en el campo cuenta. Por eso, una lubricación adecuada no es solo una tarea de mantenimiento: es una estrategia clave para potenciar el rendimiento y proteger el equipo.

En maquinaria agrícola, la aplicación correcta de grasas lubricantes permite reducir la fricción, minimizar el desgaste y evitar el ingreso de contaminantes como el agua, el polvo o los residuos del terreno. Desde tractores hasta cosechadoras, garantizar una lubricación eficiente es fundamental para extender la vida útil de los componentes críticos y evitar paradas no planificadas.

¿Dónde se aplica la grasa?
Estos son algunos de los puntos más importantes de engrase:

Rodamientos de rueda: esenciales para la movilidad de remolques y cosechadoras. Una correcta lubricación previene el desgaste y las interrupciones inesperadas.
Pasadores y bujes: presentes en brazos articulados, ejes y uniones. Su engrase adecuado garantiza movimientos suaves y precisos.
Cadenas de transmisión: al estar expuestas, requieren grasas que resistan condiciones climáticas adversas y abrasión por polvo.
Puntos de pivote del sistema hidráulico: donde la grasa actúa frente al desgaste por cargas repetitivas y vibraciones constantes.
Ejes y juntas cardánicas: fundamentales para la transmisión de potencia entre componentes móviles. Su lubricación reduce esfuerzos mecánicos y mejora la eficiencia.
Acoplamientos y conexiones móviles: zonas de alto contacto donde la grasa forma una barrera protectora frente a la corrosión y el desgaste.
Más allá de la pieza: el entorno también importa

La elección de la grasa debe considerar no solo el tipo de pieza, sino también las condiciones de trabajo:

Ambientes húmedos o con riego constante: requieren grasas con alta resistencia al lavado por agua, que aseguren protección continua frente a la corrosión.
Altas temperaturas o ciclos prolongados: demandan productos con buena estabilidad térmica, que prolongan los intervalos de relubricación y reducen el consumo.
Zonas con alta exposición a procesos de lavado o humedad: se benefician de grasas con propiedades antioxidantes y buena resistencia a la emulsión.

Menos mantenimiento, más productividad:
Una correcta aplicación de grasa reduce la necesidad de relubricación frecuente, disminuye el riesgo de fallas prematuras y limita la exposición del personal a tareas manuales. Además, mejora la disponibilidad operativa de los equipos, lo que se traduce en menores costos y mayor eficiencia.
La grasa —una combinación de aceite base, espesantes y aditivos— está diseñada para mantenerse en su lugar, liberando lubricante solo cuando hay presión o movimiento. Esta propiedad la convierte en la aliada ideal para proteger componentes que operan bajo condiciones exigentes.

Cuidar la lubricación es cuidar la maquinaria, el tiempo y la campaña.

En Mobil Lubricantes desarrollamos productos pensados para cada entorno y aplicación, acompañando al productor en cada etapa de su trabajo. Porque entendemos que una lubricación inteligente puede marcar la diferencia entre un ciclo eficiente y uno lleno de interrupciones.